Cada año, 727.000 personas se quitan la vida y muchas más lo intentan. Así pues, el suicidio es la causa del 1,1 % de todas las defunciones de un año, o lo que es lo mismo, una de cada 100 muertes.

Cada caso de suicidio supone una tragedia para las familias y los entornos en general de esas personas, y dejan efectos duraderos en las personas allegadas. Los suicidios pueden ocurrir a cualquier edad y fueron la tercera causa más frecuente de muerte en las personas de 15 a 29 años a nivel mundial en 2021.

En España, según el INE, hubo 4.116 suicidios en 2023, con una tasa bruta de 8,5 por cada 100.000 habitantes. Esto significa que cada día se suicidaron de media 11,3 personas. La evolución de estos datos en las últimas décadas preocupa más, si cabe, ya que se observa una tendencia de crecimiento clara.

Aunque no existen fórmulas mágicas para resolver esta grave problemática, sí que hay prácticas y recursos que se pueden poner al servicio de la prevención y la mitigación.