abr. 28, 2020
La elevada prevalencia y el incremento de la incidencia del asma en los países desarrollados, con más de 230 millones de pacientes asmáticos, han convertido esta enfermedad en un problema sanitario y en el que se invierten muchos recursos económicos. El estudio AsmaCost, de 2009, calcula en 1.726 el coste anual de inversión en un paciente asmático. Así, el coste anual en España asciende a 1.480 millones de euros, de los que un 70% se derivan de un mal control de la enfermedad. En este contexto, la telemonitorización se ha configurado como una de los sistemas más efectivos y de gran utilidad en la gestión y el control de diferentes enfermedades crónicas, entre ellas, las respiratorias.
Entrevistamos al equipo de investigadores del proyecto de telemonitorización domiciliaria para el control y gestión de pacientes con asma de control difícil, que se está desarrollando en el Hospital Universitario Río Hortega. Una clara apuesta del hospital vallisoletano por la innovación en la gestión clínica.
Con este proyecto, se estudiará el efecto en ingresos, visitas al servicio de urgencias y control clínico del asma, mediante la telemonitorización de este subgrupo de pacientes, tomando como referencia el proyecto TeleAsma del Hospital Universitario de Galdakao: “De los pacientes que tenemos en el programa hemos conseguido que ninguno ingrese y no acudan a sus servicios de urgencias por el asma mal controlado como hacían antes de la telemonitorización. Además, el programa les sirve para mandar mensajes si tienen cualquier tipo de problema al facultativo”, afirma Alicia Armentia Medina. Asimismo, los y las profesionales pueden comprobar cuál es la mejora en la calidad de vida de los pacientes del área rural de Valladolid que están adscritos al programa de telemonitorización de control de Asma.
Los pacientes tan solo necesitan descargar una aplicación móvil, en este caso la App myMobile, desarrollada por Tunstall, para poder enviar con inmediatez información sobre su enfermedad crónica: “El sistema de telemedicina consiste en una aplicación que se instala el paciente en su propio smartphone y a través de la cual envía diariamente al hospital información correspondiente a los tests de control del asma y una medida del flujo espiratorio máximo. De esta forma, los facultativos podemos mantener un estricto control de los pacientes con asma de difícil control”, enfatiza Sara Fernández. Y todo ello, con los más altos estándares de calidad y seguridad que ofrece la certificación de producto sanitario de la aplicación.
Mejor control de los casos de asma por parte de los profesionales y rápida actuación en caso de cambios en la situación del paciente
Los pacientes con asma grave de difícil control necesitan un seguimiento exhaustivo y un plan terapéutico individualizado que se debe adaptar a las necesidades de cada momento, por ello la telemonitorización clínica es de gran utilidad en la gestión de cada caso. Según Ángela Moro Simón: “Supone un seguimiento diario a distancia, que facilita que la enfermedad esté controlada por nuestro equipo y podemos detectar tempranamente el deterioro eventual del nivel de salud”. Y añade: “los profesionales hacen también un seguimiento telefónico de los planes de autocuidado individualizados de cada persona”. La implantación de este sistema tecnológico permite a los profesionales un control y seguimiento más preciso de los pacientes, gracias al registro de diferentes parámetros y síntomas desde el domicilio, y actuar con rapidez para evitar la agudización de los procesos clínicos. A la vez, se mantiene la calidad asistencial y se favorece un seguimiento preventivo y proactivo desde el hospital hacia los pacientes más complejos.
La telemonitorización aporta más seguridad a los pacientes
El proyecto acaba de iniciar su fase de aplicación. Una fase que se ha tenido que acelerar debido a la situación en la que nos encontramos. El Hospital Universitario Río Hortega trabajó de forma exhaustiva en el diseño de esta intervención durante mucho tiempo, pero debido al momento actual de excepcionalidad se ha tenido que acelerar. En estas primeras semanas de funcionamiento, se ha dado de alta a 11 pacientes con asma grave, un dato que se prevé ampliar muy significativamente en las próximas semanas. “Los pacientes están encantados con el sistema, saben que estás controlándoles, que te pueden enviar mensajes y estar en contacto cuando necesiten. Se sienten más seguros”. Tal como manifiesta Alicia Armentia, pacientes y profesionales sanitarios pueden enviarse mensajes de forma segura a través de la aplicación, ya sea para resolver dudas sobre su situación, para actualizar información, etc. Esto les previene de visitas presenciales en el centro de salud en un momento muy complejo para el sistema.
Eficiencia en la implantación de la telemonitorización en centros hospitalarios
“Son servicios que en un principio dan miedo porque no sabes cómo va a responder el paciente, pero nuestra experiencia es que el paciente es el primer implicado que rellena todos los días las encuestas y está muy contento de tener un soporte y saber que está siendo controlado muy de cerca y que, si algo va mal, su médico va a contactar con él y va a darle instrucciones para la mejoría”.
Así lo expresa la investigadora principal en el proyecto de telemonitorización de pacientes con asma grave de control difícil del Hospital Río Hortega, Sara Fernández. La aplicación de sistemas de telemonitorización basados en alertas tienen una elevada adherencia por parte de los pacientes. Ya sea en el envío de datos de flujo espiratorio máximo o rellenando las encuestas programadas de carácter clínico, según los protocolos de actuación del hospital, para conocer el estado actual del paciente. Asimismo, contribuye a la coordinación entre los diferentes agentes participantes en el sector de la Sanidad: “Este apoyo constante, aunque sea a distancia, repercutirá no sólo en evitar la posible sensación de desamparo en el paciente y su cuidador, sino también en la comunicación con nuestros compañeros de Atención Primaria y la administración sanitaria”, concluye Ángela Moro.
