oct. 27, 2021
Las acciones individuales y aisladas de las empresas no conseguirán por sí solas generar el suficiente impacto como para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a tiempo. A través de la colaboración entre las empresas de un mismo sector se puede acelerar las transformaciones económicas, sociales y ambientales que requiere la Agenda 2030.
La publicación “ODS, Año 6. La Agenda 2030 desde un enfoque sectorial” da las claves para convertir a los distintos sectores en impulsores de la necesaria transformación sistémica.
Los sectores relacionados con la salud son esenciales para contribuir a los retos de la Agenda 2030. Especialmente relacionados con el ODS 3: Salud y bienestar, prácticamente todas las metas de este Objetivo inciden en el sector, cabría destacar la meta 3.3 relacionada con poner fin a epidemias y otras enfermedades, y la meta 3.4 enfocada en reducir la mortalidad por enfermedades no transmisibles y promover la salud mental. Aunque todos los demás Objetivos pueden relacionarse de alguna manera con el sector de la salud, destacan la meta 5.6 Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos y la meta 8.8 Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro.
Las oportunidades que ofrecen los ODS a los sectores relacionados con la salud son incontables, y están estrechamente vinculados con aspectos como la digitalización, la innovación y las nuevas tecnologías. Quizá la oportunidad más evidente sea la relativa a teleasistencia, el proceso de incorporar las tecnologías al trato con los pacientes se ha potenciado especialmente desde la pandemia de la COVID-19. En 2020, el 65% de las interacciones con los centros de salud se realizaron por teléfono, y el 80% del personal médico utilizaron aplicaciones digitales en su prestación sanitaria. Esta tendencia en el sector podría suponer beneficios de entre 110 y 320 miles de millones de euros hasta 2030.
Continuando con las innovaciones, la industria farmacéutica es una de las que más invierten en este ámbito, el 18,5% de la inversión total en I+D+i de España corresponde a este sector. Esto supone sin duda una oportunidad de obtener fármacos más eficientes con mayor calidad, que repercutirán especialmente en las metas relacionadas con el ODS 3.
Por último, tecnologías como el Big Data están revolucionando el sector farmacéutico y sanitario tal y como lo conocemos. Gracias a la recopilación masiva de datos provenientes de registros electrónicos de salud o ensayos clínicos es posible aumentar la seguridad de tratamientos, mejorar la investigación en fármacos o perfeccionar procedimientos quirúrgicos.
“Junto a la teleasistencia, la telemedicina comienza a visibilizarse como un servicio esencial. La posibilidad de prestar apoyos domiciliarios a distancia, proactivos e incluso predictivos, ya sean sanitarios, sociales, educativos o de otra índole es un reto para la sociedad, pero a la vez una oportunidad para contribuir a los ODS.”
Sin lugar a dudas, pese a que la pandemia de la COVID-19 ha afectado a todos los sectores a nivel global, las entidades sanitarias se han visto impactadas de una forma más directa. Según un estudio de profesionales sanitarios de la Comunidad de Madrid, el 79,5% de los sanitarios/as presentan síntomas de ansiedad, un 21,2% de forma severa. Por su parte, el sector farmacéutico ha volcado sus recursos en la prevención de esta pandemia, actualmente hay más de 331 tratamientos en investigación sobre esta enfermedad. El reto de reducir el número de fallecidos y prevenir la propagación de esta pandemia, llegando a todos los rincones del mundo, es uno de los mayores desafíos en los últimos años.
Derivado del reto anterior, pese a que la sanidad está cada vez más extendida, aún hay 400 millones de personas sin acceso a servicios sanitarios básicos40, un desafío que sin duda se ve acrecentado con pandemias como la COVID-19. Por último, a nivel ambiental, el sector sanitario y farmacéutico es uno de los más contaminantes, la huella climática del sector de la salud equivale al 4,4 % de las emisiones de CO2 a nivel global.
Además, la gestión de los residuos hospitalarios supone uno de los mayores desafíos no solo desde un punto ambiental, sino también relativo a riesgos en propagación de enfermedades. Medidas de eficiencia energética, ecodiseño de medicamentos, estrategias de economía circular, y gestión eficiente de residuos, deben ser una prioridad para este sector.
El sector sanitario ha cobrado una especial importancia durante la pandemia de la COVID-19 y ha puesto de relieve la importancia de invertir en este ámbito. La Estrategia de Desarrollo Sostenible a través del Reto País 6 “Revertir la crisis de los servicios públicos”, sigue esta premisa, con el objetivo de fortalecer las entidades de este sector, especialmente el sistema público de salud.
Entre principales normativas y políticas cabe destacar algunas específicas del sector como la “Estrategia Española de Medicina Personalizada de Precisión”, o el “Marco Estratégico de Atención Primaria”.
Volviendo a la vinculación entre salud y cambio climático, el “Plan de Salud y Medio Ambiente” pretende dar una respuesta global a los retos vinculados con estos dos ámbitos. Por último, diferentes normativas y políticas relativas a la digitalización afectarán sin duda a este sector.
Con respecto a los compromisos establecidos en la Estrategia de Desarrollo Sostenible cabría señalar una meta relativa a uno de los desafíos identificados: “Hasta 2030, avanzar en el uso de herramientas como la telemedicina, tanto para su relación con las personas usuarias, como para la interconsulta con los y las profesionales sanitarios del nivel hospitalario”.
